Láser Neodimio Yag
Perfecto especialmente para el tratamiento de varices y arañas vasculares.
Cómo funciona
El láser Neodimio Yag se utiliza principalmente para tratar pequeñas venas visibles en la piel, como varices finas o las conocidas arañas vasculares. Lo que hace, en términos sencillos, es calentar la vena desde dentro mediante un haz de luz muy específico. Esa energía provoca que la vena se cierre, y con el tiempo, el cuerpo la reabsorbe de manera natural, sin necesidad de cirugía ni incisiones.
Una de las cosas más interesantes de este tipo de láser es su versatilidad. Funciona emitiendo una longitud de onda de 1064 nanómetros, lo que le permite penetrar en capas más profundas de la piel sin ser absorbido por la melanina. Esto lo convierte en una excelente opción para personas con piel oscura o negra, que muchas veces no pueden someterse a otros tipos de láser por el riesgo de quemaduras o hiperpigmentación.
La verdad es que no todos los láseres son seguros para todos los tipos de piel. Por eso, el Neodimio Yag ha ganado tanto terreno en clínicas médicas: porque ofrece una alternativa efectiva, incluso en fototipos altos, sin comprometer la seguridad ni los resultados. En ese sentido, abre una puerta importante para muchas personas que antes no tenían este tipo de opciones.
Además, al tratarse de un procedimiento médico, siempre es necesario que lo evalúe y aplique personal cualificado. No se trata sólo de “pasar el láser”. Cada caso es distinto y requiere un enfoque personalizado: analizar la piel, observar el tipo de vaso sanguíneo, valorar si hay otros problemas de circulación… Todo eso forma parte del tratamiento bien hecho.
Consejos después del tratamiento
Después de la sesión, es recomendable mantener una cierta actividad física. No hace falta correr una maratón, pero caminar o moverse de forma constante ayuda mucho. La idea es evitar que la sangre se estanque de nuevo en la zona tratada, lo cual podría dificultar la recuperación.
También puede aplicarse una crema antiinflamatoria si la piel se nota sensible. No es algo obligatorio, pero puede venir bien para calmar posibles molestias, que por lo general son leves y transitorias.
Y, como siempre en este tipo de tratamientos, conviene evitar el sol directo y las fuentes de calor intenso durante unos días. Aunque la zona no presente grandes marcas, la piel ha sido tratada con energía láser, y necesita algo de tiempo para estabilizarse.